Un renting es un alquiler de un coche a largo plazo.
Tú, como usuario, defines el plazo y los kilómetros que vas a recorrer en ese plazo y la compañía de renting te cobrará una cantidad (más o menos) fija al mes por el coche.
Una vez termina ese plazo, el contrato se extingue y devuelves el coche. Así de simple.
Pero los que nos seguís sabes que no nos gusta quedarnos en las simplezas. Así que vamos a entrar un poco más en el lío.
¿Pero cómo funciona un renting realmente?
Los plazos habituales de una operación de renting van desde los dos años hasta los 5 años, siendo tres y sobre todo cuatro años los más contratados.
Con los kilometrajes ya no es tan sencillo, desde los 15.000 km al año hasta los 60.000 km al año, aunque podríamos decir que la media está en 25.000 km al año.
Cuanto más plazo menos cuota, cuantos más kilómetros más cuota.
En renting el coche lo eliges tú, y tu proveedor te dará la cuota estimada para ese coche, en ese plazo y en esos kilómetros que les dices que vas a hacer.
Si la cuota te encaja, el operador te pedirá la misma documentación que te pediría un banco si fueras a hacer una financiación, y de hecho harán un estudio de riesgos idéntico al que haría un banco.
Una vez ha decidido que eres de fiar y que puedes pagar lo establecido en la oferta, te enviarán un contrato para firmar por el que te comprometes a cumplir tu parte, que es pagar las cuotas y tratar el coche como una persona normal.
Ellos se comprometen a comprar el coche y entregártelo para que lo uses, haciéndose cargo de todos los costes inherentes a un coche (seguro, mantenimiento, averías, neumáticos, impuestos, itvs, etc).
Una vez que recoges el coche tu contrato empieza, es decir, no pagas nada hasta que te lo entregan y a partir de ahí todos los meses pagarás la cuota establecida.
En general las cuotas son estables, aunque puedes tener incrementos si tu siniestralidad es excesiva.
Te recomendamos leer los posts “Desmontando la cuota de renting” y “Cosas que debes saber antes de contratar un renting”.
Supongamos que todo va bien y no tienes incrementos de precios.
El contrato va por su camino y tú serás el encargado de llevar el coche al taller cuando así lo requiera, lo mismo con la ITV (en operaciones a más de 4 años) y los mismo con el cambio de neumáticos.
Pasarán los tres o cuatro años y tendrás que tomar decisiones sobre qué hacer con el coche.
Opciones al finalizar el renting
Tus opciones son:
1.- Devolverlo y hacer otro renting
2.- Devolverlo y no hacer otro renting
3.- Ampliar el contrato por un año más
4.- Comprar el coche en el precio que la compañía de renting te diga
Una vez que decidas lo que vas a hacer tendrás que liquidar el contrato, se compararán los kilómetros contratados con los recorridos y tendrás que pagar si has hecho demás o recibir si has hecho de menos.
¡Ojo! Que la mayoría de los operadores dan por consumidos el 75% de los kilómetros contratados, es decir, nunca te devolverán más de eso, aunque no hayas usado el coche en los 4 años.
¿Cómo cancelar un renting?
No podemos cerrar este post sin comentar algo muy importante, cancelar un renting. Cancelar un renting es muy caro y debemos evitarlo a toda costa.
Un renting es un matrimonio en el que te casas con un operador por 4 años y deshacer ese contrato te costará el 50% de las cuotas que estén pendientes hasta fin de contrato.
En esto además no suelen ser muy flexibles y salvo que tengas una gran capacidad de negociación (muchos coches) no podrás librarte.
Después de leer este post ya sabes cómo funciona un renting.
Si quieres profundizar más tienes otros posts muy interesantes que te ayudarán a estar más preparado cuando decidas negociar una operación de renting.
Y en este producto como en casi todo, estar preparado supone ahorrar dinero.