Con la economía asomándose a una crisis de consecuencias absolutamente impredecibles suelen florecer como las amapolas en primavera las empresas que ofrecen comprarte tu propio coche para, acto seguido, alquilártelo durante un tiempo determinado.
Estas operaciones en el mundillo se conocen con el anglicismo “rentback”.
¿Qué es el Rentback?
Podemos utilizar cuantos anglicismos queramos, pero realmente lo que nos están ofreciendo es “empeñar” nuestro coche como se hizo toda la vida en las casas de empeño.
Antes de aceptar una oferta de este tipo debes saber unas cuantas cosas que trataremos de explicarte en este post, quizás, después de haberlo leído te lo piensas mejor.
¿Para quién es el Rentback?
Lo más importante es saber quién es el cliente tipo de este producto.
Como norma general se trata de personas físicas o jurídicas que están en una situación límite de liquidez, a quienes los bancos ya no les prestan dinero.
Son, por tanto, clientes en una situación de debilidad extrema y es en esos momentos cuando aparecen “soluciones mágicas” como “Vende tu coche y sigue utilizándolo”.
De todos es conocido que cuando alguien está en una situación de extrema necesidad está dispuesta a firmar casi cualquier cosa y los buitres siempre sobrevuelan a los moribundos.
Las operaciones de rentback no son del gusto de los grandes operadores de renting salvo en casos puntuales y muy justificados como puede la incorporación de un directivo en una empresa cliente con un coche recién comprado.
Son operaciones de alto riesgo operacional y solamente se aceptan si el riesgo financiero es de primera clase.
Pero el planteamiento de “empeña tu vehículo” no se da con riesgos financieros de primera clase sino todo lo contrario y aquí está la clave del asunto.
Una operación de riesgo de calidad tiene un precio de mercado, si el riesgo reduce su calidad el precio se incrementa. A esto se le llama prima de riesgo.
Hemos escuchado muchas veces en las noticias que la prima de riesgo de España es tal o es cual, pues esto es exactamente lo mismo.
Cuanta mayor capacidad de pago menor prima de riesgo y por supuesto la relación también funciona a la inversa.
¿Cómo funciona realmente el Rentback?
Un propietario de un vehículo con una necesidad de liquidez tan importante que se plantea “empeñar” su coche, tiene una prima de riesgo elevadísima, pero en nuestro país hay un tipo de interés por encima del cual los bancos no pueden prestar dinero por considerarse “usura” y suele estar unos 22 puntos por encima del tipo de mercado.
Solución:» Disfrazamos la operación de préstamo de rentback y ahí te cobro el tipo de interés que quiera».
Ya no estamos hablando de crédito, ahora hablamos de un alquiler por el que el usuario va a pagar unos intereses encubiertos posiblemente superiores al 30%.
Con esto no queremos decir que los operadores que entran en estas operaciones sean unos delincuentes, ni mucho menos.
La realidad es que sus riesgos de impago son tan elevados que se ven obligados a fijar unos márgenes tremendos para evitar entrar en pérdidas.
Un ejemplo
Pero todo lo anterior es teoría, vamos ahora a los números con un sencillo ejemplo.
Tenemos un coche que vale unos 15.000€ y decidimos hacer un rentback con él de manera que el operador nos compra el coche por 12.000€ y nos lo alquila en el mismo acto por 475€ al mes durante 24 meses (dos años) y después de dos años podemos recuperar el coche pagando el valor residual o simplemente devolverlo.
Imaginemos que el valor residual que ha fijado es de 4.000€.
Vamos a ver ahora cual es resultado real de la operación.
El operador cubre parte de su riesgo en la compra pues nos paga a 12.000€ lo que vale 15.000€, después nos lo alquila por 475€ al mes durante 24 meses que suponen 11.400€ y finalmente si queremos conservar nuestro coche pagamos 4.000€ más.
Resultado: recibimos 12.000€ al inicio y pagamos 15.400€ en total en dos años.
El coste de recibir 12.000€ ha sido de 3.400€ en dos años.
Es decir, un tipo de interés cercano al 20%. Así de simple y así de duro.
Opinión sobre el Rentback
Desde rentinggurú no decimos si esto es bueno o malo, es más, entendemos los riesgos que asumen los operadores que hacen estas operaciones y justificamos los precios aplicados. Solamente creemos que tenemos dar toda la información y después cada uno decidirá lo que más le interesa.
Como siempre opinamos, esta vez no iba a ser menos, y lo único que podemos decir, es que ojalá nunca tengamos que recurrir a una operación de esta índole.